Como una explosión de sabores de ciruelas y cerezas rojas, este vino crea en boca una grata tensión entre su acidez y su estructura de taninos dulces y de grano fino. Es un vino ideal para acompañar cualquier ocasión y disfrutar con un corte de carne de vacuno.
La línea Gran Reserva lleva en su interior la tradición de Santa Carolina, una Herencia Viva con más de 140 años de historia. Este vino tuvo una guarda de 12 meses en barricas de roble francés.
DO: Valle de Maipo